Aquí no es así (CHICUAROTES)

¿Cómo es una come of ages en México? ¿Cómo es crecer en el México sin privilegios? La madurez viene después de la muerte, de la violencia y hasta del fin de la moral. Difícilmente verás una película estadounidense con esta visión del crecimiento. Porque allá no es así.

Gael García Bernal comienza su película con la conciencia de que puede hacer una comedia negra que combine con la esencia de sus personajes. Son dos payasos que se suben a los camiones para hacer su rutina y asaltar a los pasajeros si su acto no funciona. 

Ese tema es adecuado para ser abordado desde el humor negro. Y desde ahí comienza. Los dos personajes principales están construidos como un dúo cómico con personalidades opuestas a pesar de venir del mismo pueblo y de los mismos usos y costumbres. 

Cagalera y el Moloteco, interpretados por Benny Emmanuel y Gabriel Carbajal, son dos adolescentes provenientes de Tulyehualco, un pueblo asentado al sur de la Ciudad de México. Ambos sufren de carencias y de necesidades que no se podrán satisfacer en su ambiente cotidiano.

El tema de la película es el escape. El personaje principal sólo quiere irse de ahí y todas sus acciones están orientadas con la intención de que pueda irse de ahí. Es un personaje manipulador que busca la forma de mover los hilos del resto de personajes a su propia conveniencia.

Todos los personajes están sujetos al Cagalera. Son medios u obstáculos en su senda. Esa situación también se pudo tratar desde una comedia negra, pero todos estos factores podrían desviarse hacia un melodrama en donde se explotara la necesidad del personaje para reforzar un contexto de precariedad en México.

Eso fue justamente lo que decidió García Bernal. Centrarse en los temas de la ruralidad mexicana y establecer a lo urbano con un toque de idealización. El plan que tiene el protagonista está basado en un plano irreal en donde conseguir un trabajo formal es sinónimo de un estilo de vida de clase media. A eso aspira.

Es una come of ages movie que demuestra su poder narrativo en la capacidad de mostrar los dilemas de la juventud mexicana. Generalmente este tipo de películas habla sobre el descubrimiento de la identidad, problemas familiares, cambios importantes, modificaciones en la perspectiva del entorno, entre otros.

En esta película esos elementos sí están presentes, pero una serie de características que adornan el crecimiento de estos personajes y hasta se entienden como parte del crecimiento y la madurez. Uno de los primeros puntos de giro de la trama para el personaje es cuando su amigo muere. Eso es parte de crecer.

Su primer empleo es robar una tienda de lencería, y posteriormente es subido a una patrulla por primera vez. Esos son los elementos narrativos de su crecimiento, así como una familia disfuncional en donde sale a relucir el elemento de misoginia propio del comportamiento mexicano.

Es curioso que el único arco de redención sea el de la mamá de Cagalera, porque en contraparte el personaje principal se degrada con cada decisión que toma. Pero la mamá cierra su personalidad combatiendo al señor que constantemente la golpeó y humilló. 

Pero eso no significa que el guión esté libre de misoginia. Las secuencias finales reafirman un mensaje machista. Porque finalmente, la intención de Sugehili, interpretada por Leidi Gutiérrez, es ver quién se la queda al final. Cuando el guion indica que sí tiene un trasfondo importante.

Se puede asumir que ella es la antagonista porque liberó al hijo del carnicero y eso, en teoría, fue lo que desató el clímax y las fatídicas consecuencias. La realización de la película permite pensar que tal como dice el personaje de Daniel Giménez Cacho, y posteriormente el de Benny Emmanuel, lo que le pasa es por su culpa.

La violación no es responsabilidad de quien decidió secuestrar al niño, siempre es culpa de ella y merece ser violada. Y el desenlace propone que finalmente la pareja se quedará junta. Sin importar lo sucedido, ninguno es igual que al inicio, pero ella sigue ahí, con la intención de irse, porque se dio cuenta de su papel.

No lo acepta y huye. Pero así es como se desarrolla el hombre frente a la mujer. La muerte del Moloteco parece ser un castigo injusto, y en cierta parte lo es. Porque es otro de los personajes “inocentes” que están a merced del personaje principal. Él es arrastrado por su amigo.

Las mujeres están sometidas por los hombres. Los hombres son quienes se equivocan y tienen conflictos mutuos para que los inocentes paguen por sus errores, ese es el mensaje de la cinta. Los problemas del carnicero los afronta su hijo. Los problemas del Cagalera son asumidos por su novia. Y el alcoholismo del papá somete a su esposa.

Se podría pensar que todos son víctimas de su propio entorno y las necesidades, pero algunos son víctimas de su propia negligencia. El guion de Augusto Mendoza condena a la búsqueda de la comodidad y los caminos fáciles. Pero la ejecución se ve opacada por su constante sensación de peligro.

Los jóvenes ya pasaron el proceso de madurez y se les coloca de lleno en el paredón de fusilamiento. Y sí, quizás las quejas de la gente de Tulyehualco son válidas, porque ese pueblo no es así. Habría sido más acertado establecer un pueblo ficticio que se desarrolle en México. Porque la realidad contextual general es correcta.

Pero así es esto de crecer en este país.

Deja un comentario